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Esfuerzo muscular estático y dinámico

Para la ejecución de cualquier actividad es necesario realizar esfuerzos musculares. Existen dos tipos de esfuerzos musculares: estático y dinámico.

Estático: cuando se requieren contracciones musculares continuas y prolongadas en el tiempo (contracciones musculares isométricas). Caracterizado por entorpecer el suministro de oxígeno y alimentos que necesita el músculo para poder contraerse, al comprimir los vasos sanguíneos y disminuir la irrigación sanguínea. Además los residuos metabólicos obtenidos a consecuencia del trabajo (dióxido de carbono y ácido láctico) que deberían eliminarse rápidamente para evitar su concentración, no pueden ser eliminados con la normalidad deseada. Este tipo de esfuerzo muscular es perjudicial para la salud.

Dinámicos: cuando existe una sucesión periódica de tensiones y relajamientos musculares de muy corta duración (contracciones musculares isotónicas). Caracterizado por un buen bombeo sanguíneo debido a las contracciones y relajaciones musculares; las contracciones facilitan la expulsión de la sangre mientras que las relajaciones permiten una nueva irrigación del músculo.