El pasado 13 de junio se ha presentado por parte de FeS-UGT y Comfia-CCOO, iniciación de procedimiento de Conflicto Colectivo de bloqueo en el inicio de la negociación del II Convenio Colectivo Estatal de Servicios de Prevención Ajenos.
Tras haber transcurrido ocho meses desde el comienzo de las reuniones de la mesa negociadora, no es posible iniciar la negociación propiamente dicha al producirse un bloqueo intencionado por parte de las tres asociaciones patronales en cuanto a la libre determinación de la composición de los representantes sociales en dicha mesa negociadora.
Este bloqueo está fundamentado en que las tres asociaciones patronales (ANEPA, ASPREM y ASPA) pretenden que los recursos sindicales de crédito de horas que se aporten a la mesa negociadora se limiten a 1/3 de cada una de las asociaciones empresariales.
Para FeS-UGT es urgente y necesario que se respete por la parte empresarial el ejercicio de cada organización sindical a elegir libremente a sus representantes en la mesa negociadora, sin limitación alguna. Atrasan cualquier acuerdo, intentando que el convenio estatal que regula las condiciones laborales, se bloquee a perpetuidad y estemos así el tiempo que ellos necesitan para que la ultraactividad de este sector desaparezca y los trabajadores se queden sin un convenio de referencia que regule sus condiciones laborales y salariales.
Por lo menos, se les puede aplicar el calificativo de poco serios con sus trabajadores, en el sentido de que sabiendo los bajos salarios del sector, además quieren eliminar las condiciones reguladas en el Convenio Colectivo. Desde FeS-UGT queremos hacer frente a esta obstrucción constante empresarial con toda la fuerza posible. Que vayan pensando que los trabajadores de los S.P.A. no pensamos dejarnos aplastar, que los que sufrimos este bloqueo malintencionado, nos seguiremos organizando, protegiéndonos de los ataques y luchando tanto como sea necesario.
Los planteamientos de FeS-UGT son perfectamente razonables y posibles, y deben ser asumidos por las empresas y sus clientes, por lo que la actitud de inmovilismo y cerrazón en la negociación que están manteniendo hasta ahora las patronales tiene que variar de manera sustancial.