Con el cierre forzado por sus accionistas, los clientes de Certum se verán perjudicados al tener que renegociar / cancelar / subcontratar las tareas pendientes de realizar, a pesar de haber pagado la casi totalidad de sus contratos.
La plantilla de Certum no llega a advertir aún las motivaciones reales que han llevado a la decisión extintiva, y menos aún llegan a entender la presunta insolvencia de las Cajas de Ahorros, que no han cesado de hacer negocio, incluso a costa de jugar con el futuro de los sueldos y finiquitos de los trabajadores que han levantado la compañía.