Los datos de la Encuesta Laboral de Randstad del pasado mes de Marzo confirman que una tendencia muy arraigada en España, se ha visto impulsada por la profunda crisis económica que padecemos. Esta mala práctica, perjudica gravemente la conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Se trata de la prolongación de la estancia en el puesto de trabajo más allá del horario legal. Lo que se denomina presentismo.
Esta actitud, que no tiene directa relación con la productividad como demuestran las estadísticas sino por el deseo del trabajador de asegurar su puesto de trabajo, ha sido impulsada desde el patronato como muestra de adhesión a la empresa en las relaciones laborales de épocas pretéritas pero la crisis la ha vuelto a primer plano.
De esta forma, la citada encuesta muestra que el 80% de los españoles empleados pasa más horas de las debidas en su puesto de trabajo. Frente a esta cifra, solo un 15% de los trabajadores encuestados declara efectuar las horas previstas.
Si la cifra es llamativa por lo elevada, alcanza mayor significado si se compara con el sondeo anterior. En solo dos años ha aumentado en España el presentismo en cuarenta puntos porcentuales, lo que supone pasar del 45% registrado en 2010 al 85% actual. Si se analizan los factores, la actual situación económica se convierte en el principal motivo esgrimido. De hecho, seis de cada diez trabajadores admiten que se quedan más tiempo en su puesto de trabajo solo por miedo a perder el empleo, mientras que un 24% de los encuestados asegura que la falta de personal en su empresa es la principal causa. En ambos casos la crisis ha sido causa en el aumento del presentismo.
El 15% que declara no prolongar su jornada laboral, supone un descenso de cuarenta puntos sobre la encuesta de 2010. Sin embargo no ha cambiado el perfil del profesional abocado a esta situación: Se trata de un varón, menor de 25 años y con estudios básicos.El motivo es claro. Es el estrato social que más está sufriendo el desempleo, con cifras de paro juvenil que alcanzan el 46,4%, y son los trabajadores que más miedo tienen a la hora de perder su puesto de trabajo.
Por otra parte es evidente que el absentismo laboral ha descendido con la crisis. Si se analizan los datos de la Seguridad Social se observa que en 2004 hubo 24 bajas por cada 1000 trabajadores, frente a las 20,9 de 2007. La Encuesta de Coyuntura Laboral de 2011 confirma esta línea. Durante el segundo trimestre del pasado año se contabilizaron de media por profesional 0,2 horas por absentismo no justificado, frente a las 0,5 de 2007.
Por los efectos sobre la conciliación, debemos analizar el horario español y el de los principales países de su entorno. Mientras que en países como Alemania, Francia o Bélgica, entre otros, el horario laboral concluye entre las 17 y las 18 horas, en España la jornada termina entre las 19 y las 20 horas. Otro punto a analizar es el tiempo destinado a comer a mediodía. Si en Europa suele ser de media hora, en España se amplía hasta noventa minutos, o las dos horas inclusive.