Según los datos de la V Encuesta Adecco 2011, elaborada entre más de 2.200 Profesionales, Técnicos y Cuadros, a pesar de la crisis, casi la mitad de trabajadores españoles (49,3%) desearía cambiar de empresa si pudiese hacerlo, frente a un 31,9% que considera que no es momento para cambiar.
Este dato contrasta con la contención mostrada el año precedente, en la que un 73,5% de empleados manifestaba que no deseaba iniciar un nuevo proyecto laboral en otra empresa.
Un 34% de los encuestados considera un posible desarrollo profesional fuera de nuestras fronteras, mientras un 42% no desea probar suerte allende España.
Un 74% (casi tres de cada cuatro trabajadores) manifiesta que no espera ningún incremento salarial en 2012 y que no pedirían a sus jefes un aumento de salario, mientras que un 8% si lo espera y un 18% no está seguro de lo que sucederá con su retribución futura.
Para un 37,3% de los encuestados, el aumento de sueldo sería el mejor incentivo profesional, pero para un 63% existen otros aspectos más importantes. De esta forma un 21,2% considera que la flexibilidad laboral sería mejor. Esta flexibilidad se traduciría en cuestiones como la variabilidad de los horarios, jornadas intensivas o teletrabajo. La formación es el mejor activo a conseguir para un 18,8% y un ascenso profesional sería lo mejor para el 12,8% de los encuestados.
En materia de estímulos no retributivos o beneficios sociales, sobresale de nuevo la formación (con un 16%). Le sigue el seguro privado médico (12,4%), porque se considera posible que el sistema público de salud sea modificado. En tercer lugar se sitúa el plan de pensiones (10,1%). Otros beneficios sociales y su valoración son:
- Descuentos en ocio, cultura y consumo (7,4%).
- Coche de empresa (6,8%).
- Guarderías para hijos de empleados (4,7%), posición esta última que no deja de sorprender y que deriva de la escasa consideración social en nuestro país con la cuestión básica de tener hijos.
Un 45% considera que su empresa debería cambiar de estrategia, mientras que un 39% no cree necesario ninguna modificación y un 15% exige a sus directivos ese cambio y pide su dimisión, porque cree necesario un giro de 180º en la estrategia empresarial y no confía que el equipo directivo actual sea capaz de implementarlo.
Un 67% considera que una reducción de su sueldo sería lo mas negativo que la empresa podría efectuar. Un 21% no desea trasladarse de ubicación en su puesto de trabajo. Para un 15% lo menos deseado sería una variación del turno de su trabajo. Para un 11% la eliminación de alguno de los salarios en especie o beneficios sociales de su empresa sería lo peor que podría sucederle y un 8% no quisiera ser cambiado de puesto o tareas que realiza.
Planificar mejor el trabajo para cumplir con los objetivos y fomentar el compañerismo resultan ser los objetivos más importantes para el 77% y el 75% de los encuestados respectivamente. Involucrarse más en el trabajo (69%) y ser menos negativo o proponer más soluciones (64%) se presentan como el tercer y cuarto objetivo más relevante.
Entre las conductas valoradas de nada importantes por un mayor porcentaje de trabajadores están la puntualidad, un aspecto indiferente para el 5% y la humildad, así puntuada por un 4%.
Es especialmente destacable la estimación de que un 54% de los empleados cree que sus jefes o empresarios apostarán por crecer y ampliar el número de trabajadores en plantilla. Sin embargo un 20% considera que la empresa pasa momentos delicados y el empresario se conforma con no cerrar.