Desde que comenzó la crisis económica, se han postulado dos teorías diferenciadas en torno a la Responsabilidad Corporativa. La primera, cada vez más extinguida, defiende que la RC es hija de la bonanza económica y que sólo está al alcance de las cuentas de resultados más saneadas, con lo que podría llegar a su fin o recortarse significativamente en tiempos de crisis.
La segunda, mucho más extendida y aceptada, es que la RC es precisamente la mejor respuesta en tiempos difíciles y el único camino para que una empresa sea sostenible y perdure en el tiempo. Al fin y al cabo, el desplome económico se produjo, entre otras cuestiones, por la búsqueda del beneficio exagerado a corto plazo y la irresponsabilidad de algunos decisores.
Tres años después de la iniciada crisis, la Fundación Adecco ha querido conocer qué opinión merece a los directivos la RC y qué grado de importancia la conceden, pues son ellos, quienes en última instancia, van a decidir la puesta en marcha de iniciativas y prácticas responsables.
Para obtener los datos, se ha realizado una encuesta a 120 altos mandos de compañías de todos los sectores, obteniendo la conclusión de que la gran mayoría (88,3%) se decanta por la segunda teoría y cree que la RC es un elemento esencial en la empresa del siglo XXI, pero sin embargo, un 31,3% reconoce que en su empresa no se presta la atención suficiente a las acciones de Responsabilidad Corporativa.
- Sin embargo, la gran mayoría coincide en que debe ser un elemento estratégico y de gran importancia para los negocios del siglo XXI.
- Un 65,3% de los directivos cree que una empresa debe ser responsable por una cuestión de principios, pues tiene un deber ético con el mundo que le rodea.
- Frente a e esta opinión, un 22,2% cree que la principal función de la RC es generar reputación e imagen, y un 12,5% considera que sirve para diferenciarse de los más directos competidores.
- Aunque la mayoría de los directivos defiende la RC, una octava parte critica que sólo funciona como cortina de humo para desviar la atención de otros problemas más relevantes, y un 9,7% está de acuerdo con que es una pérdida de dinero, tiempo y foco en lo verdaderamente importante.
- Los empleados son el principal grupo de interés para los altos mandos.
- Un 65% de los trabajadores critica la imposibilidad de conciliar y la falta de beneficios sociales
- Otro de los puntos débiles es el salario en relación a las horas trabajadas: un mayoritario 57% no está contento con su retribución y horario.
- La formación es otra variable poco avanzada en la empresa para el 53% de los encuestados.
- Además, un 60% de los trabajadores no confía en promocionar internamente en su organización.
- A pesar de estas críticas, un 66% de los encuestados declara estar, en líneas generales, satisfecho con su puesto de trabajo.