Las Entidades Financieras en España han superado satisfactoriamente los test de estrés realizados por el Banco Central Europeo.
El precio pagado, por el conjunto de los ciudadanos, para obtener estos resultados ha sido muy alto, pues el ajuste ha recaído muy especialmente sobre los trabajadores y trabajadoras del sector financiero, como parte de la ciudadanía que somos, pero además hemos pagado con 63.500 puestos de trabajo menos desde que estalló la crisis, dando la cara ante los clientes y sufriendo los enojos de éstos, soportando la presión ante el incremento de volúmenes de trabajo, así como tratando de alcanzar unos objetivos cada vez más difíciles por el entorno...
Mientras baja el estrés para las Entidades, no es así para los trabajadores. Las Entidades Financieras en España, tienen un suspenso alto en el nivel de estrés de los empleados del sector; en la encuesta realizada por FeS-UGT en el primer semestre del 2014, que ampliamente ha sido difundida por la prensa, el 68% de los encuestados afirma estar sometido a un alto nivel de estrés.
La realidad de los datos confirma la percepción que ya teníamos desde UGT, es elevado el número de trabajadores/as que, día a día, van acumulando una dosis de tensión que acaba influyendo en su salud y en el desarrollo de su vida personal y laboral.
Paralelamente a esto, habría que destacar que en las evaluaciones de riesgos psicosociales, que deberían realizarse de forma obligatoria en todas las Entidades, o no se hacen en algunas de ellas, o se hacen deficientemente en otras muchas.
Entre las causas que más influyen en el incremento de dicha tensión, un 29,92% afirma que es la presión de los superiores, un 22,66% los objetivos marcados, un 20,51% el exceso de volumen de trabajo… Se observa claramente que esta situación que está atravesando el Sector, agravada por las diferentes reformas laborales, es la que afecta de forma determinante a la salud de los trabajadores/as.