Los ciudadanos de toda Europa esperan y merecen unos servicios de alta calidad. Las empresas europeas, a su vez, confían en servicios innovadores para sobrevivir en los mercados mundiales.
Por lo tanto, una Unión Europea competitiva y que se preocupe por ofrecer una alta calidad de vida a sus ciudadanos precisa un sector terciario a la altura de las circunstancias.
Para lograr tal objetivo, son esenciales unos trabajadores de servicios cualificados y motivados. El empleo de calidad es fundamental para crear y mantener altos estándares de calidad, innovación y productividad en los servicios.
Yo, plenamente consciente de ello, apoyo:
- El desarrollo de una política europea de servicios detallada, porque una Europa competitiva y social necesita una estrategia de servicios clara.
- Un plan europeo de inversiones, porque la inversión en competencias e infraestructuras modernas convertirá el sector de servicios en un motor del crecimiento sostenible y creador de empleo.
- El diálogo social en el sector de servicios, porque los interlocutores sociales son quienes mejor saben cómo afrontar los retos del futuro en sus respectivos sectores.
- La negociación colectiva, los derechos de los trabajadores y una legislación eficaz para proteger el empleo, porque los trabajadores necesitan una defensa eficaz frente a las condiciones precarias de trabajo en los servicios.
- Una legislación europea que conceda la salud y seguridad en el trabajo en los servicios la importancia que merecen, porque una Europa social no considera que la seguridad de los trabajadores sea mera burocracia.
- Una cooperación intensa a nivel europeo para mejorar las competencias y el aprendizaje permanente en los servicios, porque los trabajadores bien formados son el activo más importante en un sector terciario innovador.
- Las políticas europeas que reconozcan los intereses comunes de clientes y trabajadores de servicios, porque los clientes solo reciben un buen trato cuando los trabajadores pueden concentrarse plenamente en las necesidades de sus clientes.
- Un mercado único europeo regulado con coherencia para garantizar servicios de calidad, que impida el dumping social y proteja los servicios de interés general.
- Los acuerdos comerciales internacionales que se negocien con transparencia y mejoren las condiciones laborales a escala mundial, porque el comercio internacional no debe comprometer el progreso social.
- Una investigación en los servicios suficientemente financiada y orientada a responder a las necesidades de los profesionales, porque la evidencia científica es crucial para mejorar la gobernanza del sector terciario en Europa.