Vigilantes de Seguridad privada han comenzado a trabajar en recintos penitenciarios, cuya vigilancia era hasta ahora competencia exclusiva de las fuerzas de Seguridad del Estado.
Los primeros 250 vigilantes prestan desde hoy servicio en un total de 27 cárceles en todo el territorio Nacional, los compañeros/as se limitarán a controlar los accesos exteriores, el perímetro de la prisión o a supervisar el sistema de video vigilancia.
Según nos aseguran, no tienen competencias ni cometidos sobre la seguridad interna, no entrando en colisión con las funciones asignadas a las Fuerzas de Seguridad del Estado o a los funcionarios de prisiones.
La preocupación a que pueda haber colisión de funciones entre seguridad privada y pública también es compartida por FeS-UGT, apostamos por la creación de nuevos puestos de trabajo, siempre que no se pretenda enmascarar tras esta medida la de privatización de los servicios públicos.