Ante la campaña que culpabiliza a los empleados y empleadas de "La Caixa" de los cambios en determinados productos financieros, queremos realizar las siguientes aclaraciones:
Las participaciones preferentes se empezaron a comercializar a mediados del año 1999 y, aunque son un activo perpetuo, es decir, sin vencimiento ni fecha de amortización, siempre ha podido hacerse líquidos y recuperar la totalidad de la inversión por que existía un "mercado interno" en la entidad, que permitía casar operaciones de venta y de compra. En los últimos años, los cambios normativos realizados con la finalidad de mejorar la transparencia en los mercados financieros y la supervisión de la actividad financiera de las Cajas de Ahorro a las normas de Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), motivadas por la obligación de realizar la actividad financiera mediante sociedades cotizadas (Bancos), han modificado las reglas de funcionamiento y contratación (MIFID) de los productos financieros.
Los empleados de "La Caixa" han actuado en estos tres últimos años de crisis financiera con el mismo rigor y profesionalidad que lo han hecho toda la vida, ofreciendo el tipo de inversión más adecuado al perfil de cada cliente. Una buena parte de familiares y amigos de los empleados y empleadas de "La Caixa" también son titulares de participaciones preferentes, pues su rentabilidad es muy atractiva.
Hace unos meses, la CNMV ha prohibido el sistema de "mercado interno" que daba liquidez a las participaciones preferentes. A partir del 1 de Enero de 2012, en caso de que el cliente quiera disponer de su inversión, han de ser vendidas en un mercado organizado (AIAF), lo que no permite recuperar la totalidad de la inversión, dado que dependerá de las condiciones del mercado. Desde que tuvimos conocimiento de la prohibición de la CNMV, UGT ha estado exigiendo a la Dirección de "La Caixa" soluciones para evitar perjuicios a la clientela. La fórmula de canje que se está ofreciendo estos días, por otros títulos con vencimiento y manteniendo una buena rentabilidad nos parece adecuada y positiva para la clientela. Por ello, la práctica totalidad de clientes la están aceptando.
Desde UGT llevamos años denunciando y pidiendo responsabilidades por la mala gestión de los directivos de algunas cajas y denunciando la permisibilidad de los supervisores y de muchos políticos. Los trabajadores no son responsables.