Moción de urgencia aprobada en la III Conferencia de UNI Europa en Toulouse, a primeros de octubre.
Europa necesita con urgencia una nueva dirección. Los ciudadanos de toda Europa pero igualmente los del resto del mundo esperan que los dirigentes europeos encuentren soluciones responsables a la crisis actual del euro, crisis que puede provocar el derrumbamiento de la moneda única y de la integración de europea.
Necesitamos una nueva dirección para construir un modelo social europeo que garantice que todas las personas que viven en Europa tengan acceso a una red de seguridad social, a una enseñanza gratuita, a una vivienda digna, a un salario y una pensión decente, y a unas políticas activas de mercado de trabajo centradas en unos empleos de calidad. Cada trabajador debería beneficiarse de la libertad de asociación y de tener el derecho de estar cubierto por un convenio colectivo. La UE debe reconocer que el capitalismo liberal ha fracasado. La democracia debe reafirmar su autoridad sobre los mercados financieros. Europa está en la encrucijada. Es hora de poner en funcionamiento una gobernanza responsable. Los gobiernos deben ser transparentes a propósito de sus actividades y ser responsables de las elecciones que plantean. El derrumbamiento de la moneda única no es deseable ya que eso sumergiría la economía europea y mundial en una nueva crisis. Durante demasiado tiempo, los estados miembros han favorecido la competencia más que la solidaridad. Una quiebra eventual de Grecia hundiría a Europa en una nueva recesión.
El pacto del Euro plus, la posición actual de la Banca Central Europea y el paquete de seis medidas ("6 pack") decidido el 28 de septiembre de 2011 por el Parlamento Europeo son un ataque directo contra los sindicatos y el derecho de negociar convenios colectivos y solo exigen medidas de austeridad. Las reglas sobre la gobernanza económica son malas. Han sido elaboradas solo para atacar a los síntomas en vez de a las raíces de la crisis. La política de la Banca Central Europea que determina la inflación más que el crecimiento es contra productiva y debe ser totalmente revisada.
UNI Europa y el movimiento sindical europeo defiende desde hace tiempo un enfoque lineal opuesto. Nuestra principal exigencia es una estrategia de crecimiento sostenible que fomente las inversiones en las infraestructuras, en los servicios públicos y en los empleos que favorezcan políticas fiscales activas. Las mujeres y los jóvenes han sido los más afectados por la crisis. Iniciativas específicas deben tomarse para mantener el empleo de los jóvenes y de las mujeres. Los recortes en los servicios públicos básicos (esenciales) que sostienen a las familias y los empleos de las mujeres, impiden un equilibrio justo entre la vida familiar y profesional. Europa puede controlar sus deudas, asegurar una mejor cohesión social y contribuir a una economía mundial más fuerte con una estrategia de crecimiento y empleo que garantice un crecimiento económico y cree empleos de calidad.
Desde entonces, UNI Europa pide:
- La supresión del pacto del Euro plus y el levantamiento de medidas de austeridad actuales, incluido el techo de la deuda ya que es una fuente de paro y de desigualdades y conllevaran una bajada de la demanda del consumidor. Los salarios no son los enemigos de la economía pero si su motor! Necesitamos obligaciones europeas y una banca europea para las deudas soberanas.
- Un apoyo a Grecia para reactivar su economía. El enfoque actual no es sostenible. La Troika debe igualmente centrarse en el crecimiento, la creación de empleos, unos presupuestos transparentes y la lucha contra el fraude fiscal. Las medidas de austeridad no funcionan y estamos en contra de la privatización de los servicios públicos básicos. Grecia debe seguir en la zona euro! Necesitamos un nuevo plan Marshall para la Grecia y para los otros Estados miembros con dificultades financieras.
- La puesta en marcha de una estructura de gobernanza económica diferente para la zona euro. Una mejor coordinación de las políticas económicas nacionales es requerida de forma urgente. La unión monetaria y la económica ha sido forjada sin políticas económicas y fiscales comunes. En el momento donde la presión aumenta para reforzar la coordinación económica y fiscales dando a las instituciones europeas más poder para determinar las prioridades, el déficit democrático del proceso decisivo europeo debe abordarse. Hay que dar al Parlamento europeo un poder de iniciativa a nivel legislativo. Los sindicatos y los otros grupos de la sociedad civil deben también asociarse en los procesos de decisión.
- Las inversiones, para los Estados miembros de la UE, de una parte necesarias para su PIB para la seguridad social como condición previa a la estabilidad y al crecimiento de la economía. Esos Estados deben coordinar sus políticas acentuando la solidaridad social y poniendo fin a la competencia basada en el ruinoso dumping social.
- La elaboración de un sistema que ponga la economía real a las ordenes de la economía y poner el sistema financiero al servicio de estas. Este sistema debería sostener la economía productiva y los sistemas operativos vitales de la sociedad: Los cimientos de la economía que son las familias, los barrios, la comunidad y el medio ambiente. Una consolidación de los marcos de reglamentación (normativa) y de vigilancia financiera contribuirá a garantizar la transición.
- La normativa financiera debería garantizar que los bancos no sean ni muy grandes para quebrar ni muy grandes para tener que ser rescatados por dinero público. El papel sistemático de los bancos como intermediarios financieros debe estar protegido y salvaguardado. Las operaciones de la banca minorista y comercial deberían estar aisladas de las actividades especulativas de alto riesgo y de la banca de inversión, en particular cuando se trata de tapar las deudas provocados por estos últimos.
- La puesta en marcha de una recapitalización obligatoria de los bancos, surtido de unos fondos propios (capital) suficientes. Si los bancos con una importancia sistemática no pueden levantar capitales sobre el mercado, los fondos deberán ser proporcionados por los Estados en las condiciones normales de los mercados. Si los gobiernos tienen una participación de control en los bancos, y deben ser partes activas, que velen a que las políticas de las empresas sirvan el interés general invirtiendo en la creación de empleos y cortando los lazos con los paraísos fiscales.
- La puesta en marcha más rápida posible de una tasa sobre las transacciones financieras. Es esencial para disuadir la especulación, para velar a que aquellos que se benefician de la especulación paguen su justa parte del coste de la salida de la crisis y para contribuir a crear una base imponible suplementaria destinada a financiar una estrategia de crecimiento duradero.
- Nosotros, UNI Europa y nuestros afiliados, nos empleamos en encontrar soluciones conjuntas para salir de la crisis y contribuir al crecimiento, al empleo y a la protección de la seguridad social, en colaboración con nuestros homólogos y con los gobiernos. Los sindicatos son los garantes de la Europa social y una parte vital de una sociedad democrática. Tenemos los medios de contribuir a una estrategia de crecimiento sostenible.
- Intensificamos nuestros esfuerzos para elaborar unas estrategias conjuntas de negociaciones colectivas y para coordinar nuestro acercamiento de las políticas europeas que tienen una incidencia en nuestros miembros.
- Establezcamos colaboraciones con otras partes de la sociedad civil y trabajemos estrechamente con las organizaciones que comparten nuestros valores fundamentales en vista de movilizar los pueblos de Europa para la lucha a favor de una Europa equitativa y social que respete los derechos de los trabajadores, el papel fuerte de los sindicatos y de los empleos de calidad. La implicación de UNI Europa como miembro activo de Finance Watch es un buen ejemplo de lo que puede hacerse a nivel europeo.