Siguiendo la línea de recortes emprendida por el Ayuntamiento de Madrid, hemos tenido conocimiento de que ahora le toca el turno a la seguridad en los cementerios municipales (Almudena, Carabanchel sur etc..)
La plantilla de vigilantes va a pasar de 5 personas diarias a una sola, en el Cementerio de Carabanchel. En el de la Almudena se ha pasado de 6 trabajadores diarios a 2. Estos recortes también afectarán a los tanatorios de la M-30 y el Tanatorio Sur, en los que se reduce un 50% el número de efectivos. Parece ser que se va a sustituir a los vigilantes por cámaras de seguridad. Según comentan los trabajadores de seguridad no habrá personas encargadas de controlar estas cámaras en tiempo real. En caso de incidente, no habrá nadie para intervenir o avisar a la policía.
Estamos pues ante otro recorte que recae directamente en la calidad del servicio de seguridad que este tipo de recintos deben tener, pues no sería el primer cementerio que sufre actos vandálicos, o el ataque de delincuentes especializados en cementerios, particularmente en busca de los metales ornamentales de las sepulturas. Desde el Sector de Seguridad Privada de FeS-UGT-Madrid rechazamos totalmente esta medida que una vez más hace recaer el peso de los ajustes económicos, de un ayuntamiento despilfarrador, en los trabajadores y ciudadanos.