Millones de mujeres han sufrido en el mundo una práctica tradicional que es una clara violación de sus derechos y su dignidad. No nos adentremos en las tradiciones ni en el por qué algunas son, realmente crueles.
Muchas mujeres llevan las secuelas de esa dolorosa experiencia, y otras rara vez sobreviven a infecciones o afecciones psicológicas como depresión, digo mujeres por el sexo, porque muchas son niñas por no decir todas, ya que la gran mayoría de las que están expuesta a pasar por esta desgarradora experiencia, tienen entre 3 y 12 años y aún se denuncian prácticas en bebés, no podemos menos que sentir dolor solo pensarlo.
Las justificaciones para argumentar esta práctica en vigor en 2008 son varias:
- Sociales: La castidad.
- Religiosas: La religión lo exige.
- Psicológicas: Hacer dulces y sumisas a las mujeres y preservar el buen juicio.
- Espirituales
- Médicas: evitar que el clítoris crezca a un tamaño anormal.
Muchos creemos que la mutilación genital femenina es un subdesarrollo cultural que se manifiesta con extrema crueldad contra la mujer en una sociedad extramachista.
El 25% de las 40,000 mujeres residentes en España procedentes de países africanos donde se realiza la ablación del clítoris son niñas de 0 a 14 años, pero el incremento de la población en riesgo es consecuencia casi exclusiva del aumento del grupo de edad de niñas de entre 0 y cuatro años.
Los expertos calculan que un total de 135 millones de niñas en todo el mundo han sufrido la mutilación del clítoris y que cada año se producen dos millones de nuevos casos, lo que supone 6.000 mutilaciones al día y cinco cada minuto.
La práctica de la ablación de clítoris ya es castigada por el Código Penal español, la jurisdicción española tiene competencias para perseguir extraterritorialmente la mutilación femenina.