CCOO Y UGT lamentan profundamente y manifiestan su repulsa más enérgica por los brutales asesinatos de nuestros compañeros de la Caja de Ahorros del Mediterráneo Rafael Turró y Anna Pujol, acaecidos en Olot.
Desde aquí queremos unirnos al dolor de sus familiares y de la plantilla de la Caja, expresando nuestro máximo respeto en esto momentos tan duros y difíciles para ellos.
Más allá del análisis de las circunstancias concretas del hecho, queremos dejar constancia de que para UGT y CCOO la seguridad de las personas en las oficinas debe ser la prioridad en el seno de las entidades financieras.
Por eso CCOO y UGT venimos reclamando, desde hace años, medidas de seguridad que hagan imposible la introducción de armas en las oficinas y que las situaciones de violencia deben estar contempladas en las evaluaciones de riesgo que se hacen en los centros de trabajo, más allá de que el atraco esté considerado como riego laboral. Estos hechos vienen a demostrar que no es suficiente con el cumplimiento de los mínimos que la Ley de Seguridad Privada establece de forma generalizada, ya que no todas las oficinas tienen el mismo riesgo dependiendo de su configuración y de la ubicación en que están situadas.