Hoy es un día señalado, hoy es 8 de marzo, cientos de nosotras nos hemos manifestado durante años para conseguir que la mujer, siempre infravalorada en esta sociedad patriarcal, tenga un sitio en la sociedad.
En honor a todas esas mujeres que lucharon y siguen luchando en silencio y en honor a todas las que una vez se rebelaron, HOY CELEBRAMOS EL DIA DE LA MUJER TRABAJADORA.
No queremos que igualdad sea un término vacío de contenido, pero nos encontramos con una retórica por parte de muchos y una práctica por parte de pocos.
La igualdad ni se produce en nuestros salarios, ni se refleja en nuestros derechos, la igualdad desaparece cuando se trata del reconocimiento de todas nosotras como trabajadoras con los mismos derechos y deberes.
No queremos seguir sufriendo la violencia de género, no queremos sufrir la desigualdad, la discriminación, el acoso y tantas otras injusticias en nuestros lugares de trabajo.
Seguimos teniendo mayor temporalidad en nuestros contratos y mayor precariedad laboral. Nos encontramos con dificultades en el mercado laboral si tenemos menos de 25 años, si somos extranjeras, si somos madres o si tenemos una discapacidad.
Conciliar la vida familiar y la laboral no significa que nos reduzcan la jornada de trabajo para poder compaginarla con el trabajo doméstico, no se trata de que nos den algunas horas libres en el trabajo para que seamos nosotras las que carguemos con todo el peso del hogar, para eso necesitamos una educación en igualdad, solidaridad y justicia.
No queremos que se nos aplique ningún patrón de belleza, ni que se compre nuestro cuerpo.
Somos asalariadas, becarias, trabajadoras domésticas, cuidadoras y muchas más cosas, pero ante todo somos personas.
No queremos ser un número en la lista de mujeres bajo el manto de la violencia de género, un número en la lista de denunciantes de acoso sexual, un número en el porcentaje de participación política, un número de expediente judicial, un número en la lista del paro.
Queremos una lucha que cuestione las bases del patriarcado, no la que nos cede amablemente un espacio en su estructura de poder.
Las mujeres decimos hoy, alto y claro: Siempre Mujeres, Siempre Trabajadoras, Siempre es 8 de Marzo.